Explora los 20 años de esfuerzos de la Fundación Biocontacto en la conservación del oso andino en Mérida, Venezuela. Conoce cómo la investigación, el rescate y la participación comunitaria han sido claves para entender sus movimientos estacionales y abordar el conflicto humano-fauna, sentando las bases para un futuro de coexistencia.

Los esfuerzos de la Fundación Biocontacto por la conservación del oso andino (Tremarctosornatus) en Venezuela comenzaron en 2004, con trabajos ex situ en el Zoológico Chorros de Milla, en la ciudad de Mérida.

Desde entonces, Biocontacto ha evolucionado hacia una iniciativa multidisciplinaria que integra investigación, rescate, participación comunitaria y conservación aplicada

Casuística de Apariciones

Entre 2004 y 2021, se registró en la cordillera de Mérida un promedio de una aparición de oso por año, producto de confiscaciones o situaciones de conflicto humano-fauna. De estos casos, dos individuos fueron rehabilitados y liberados, seis permanecen bajo cuidado en zoológicos, y uno murió pocas horas después de ser confiscado.

Liberaciones y Monitoreo de Movimientos

Las actividades de monitoreo en la zona de estudio del Páramo Los Conejos han documentado patrones estacionales definidos de avistamientos y rastros de actividad del oso en dos bandas altitudinales:

  • De marzo a agosto: En el ecotono entre bosque nublado y páramo (2.200–3.500 m), coincidiendo con la floración de especies de Puya.
  • De septiembre a noviembre: En bosques deciduos más bajos (1.500–1.800 m), con alta actividad asociada a la floración del cinaro (Calycolpusmoritzianus), un recurso alimenticio clave para la especie.

Dos experiencias de liberación destacan la importancia del monitoreo a largo plazo con participación comunitaria:

  • En 2008, un macho adulto llamado “Cinaro”, traslocado por razones de conflicto, fue marcado y monitoreado con el apoyo de habitantes locales. Este ejemplar, de edad avanzada—probablemente mayor de 20 años—permaneció dentro de un radio estimado de 30 km² durante el seguimiento realizado y el avistamiento del ejemplar al mes 6 de su liberacion.
  • En 2017, una hembra llamada “Patty” fue monitoreada con radio-collar y seguida durante un año con un avistamiento positivo al mes 9 de su liberacion. Su rango de desplazamiento se mantuvo dentro de los 16 km² sugeridos por Goldstein y Castellanos (2015), aunque este puede ampliarse considerablemente según la disponibilidad estacional de alimento.

Trabajo con las Comunidades

La participación activa de las comunidades ha sido crucial para el monitoreo y resguardo de ejemplares liberados. No obstante, los pobladores del páramo enfrentan diversas dificultades, como el robo de ganado, ataques de perros ferales, y en ocasiones la atribución errónea de pérdidas al oso.

Desde Biocontacto promovemos: 

  • El manejo del ganado bajo estandares sostenibles en las zonas de solape con el habitat del oso.
  • Y el control humanitario de perros ferales, mediante métodos no letales que no perjudiquen especies silvestres.

Retos y Oportunidades

La ganadería representa el principal sustento económico de estas comunidades altoandinas, por lo que la conservación del oso requiere de alianzas estratégicas con actores locales. Persisten percepciones erróneas sobre la especie como depredador, lo que hace indispensable fomentar una comprensión más justa y científica.

Los diferentes avistamientos, tanto aislados como estacionales, sugieren que la movilidad del oso podría estar aumentando, especialmente en función de la disponibilidad de alimento. Esto recalca la necesidad de establecer marcos de acción que minimicen el contacto en zonas de conflicto, donde también se incrementa el riesgo de enfermedades por deficiencias en el manejo ganadero.

Capacitar a los miembros de la comunidad y facilitar su participación activa en programas de conservación genera beneficios mutuos y fortalece la coexistencia.

Un Camino para el Futuro

Entre la Sierra Nevada y la Sierra La Culata, existen al menos 84 comunidades que ejercen una presión creciente sobre los ecosistemas. Sin embargo, la experiencia acumulada por Biocontacto en Venezuela brinda las bases para establecer protocolos legales y técnicos de captura, manejo, rehabilitación y liberación del oso andino, abordando las causas fundamentales del conflicto humano-fauna.

Este enfoque representa un modelo escalable y replicable: adaptable a distintas realidades socioecológicas y con potencial para consolidar un plan de conservación regional para el oso andino en el estado Mérida. Un plan que reconozca la influencia de los asentamientos humanos en su hábitat, y al mismo tiempo los integre como guardianes activos del ecosistema.

Publicado por: Felipe Pereira

Médico Veterinario, ecologista y fundador del Biocontacto desde 2015.

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