Un Bioparque es un lugar que combina los objetivos que se acentúan en los jardines botánicos, zoológicos, acuarios y museos de Historia Natural y Antropología. La idea es que los visitantes puedan estar en continuo contacto con la naturaleza especialmente de los animales y plantas que ahí residen aprendiendo en el proceso de la protección y preservación de las mismas.
Normalmente los animales que se encuentran en exhibición en un Bioparque suelen ser especies rescatadas del tráfico ilegal o que bajo ciertas circunstancias no pueden ingresar a su entorno (aquellos que pasaron toda su vida en cautiverio perdiendo todo instinto de supervivencia), así pues se busca que el animal esté lo más cómodo posible sin que pierda la sensación de libertad, ya que el estar encerrados terminan por estresarlos conllevando así a una muerte prematura.
En Mérida contamos con nuestro propio Bioparque, siendo este Biocontacto. La idea del mismo es incentivar a la preservación de las especies inculcando a las personas el fundamento de que no todos los animales son domesticables, incluyéndose una gran cantidad de aves en la que se destaca variedades de guacamayos y loros que por desinformación son sacados de su hábitat natural restringiéndolos en jaulas y siendo alimentados con comidas no aptas para su metabolismo.
Un Bioparque bien estructurado contará con diversas secciones entre las que se encuentra área de mamíferos, acuarios, aves, insectarios e incluso segmentos donde se busca emular ecosistemas lo suficientemente complejos que al adentrarnos en el mismo en verdad nos brinde la sensación de que nos encontramos en ese lugar.
Usualmente en un Bioparque se exhiben especies de flora y fauna autóctonas de la región, pero hay ocasiones donde se pueden contar con especímenes más exóticos al ser donados por fundaciones.
Las personas tienen que saber comportarse al interactuar con los diferentes tipos de animales y especies de plantas, para ello siempre habrá un reglamento que se tiene que hacer mención de forma obligatoria al acceder a cada recinto. Una de las políticas más claras es que no se puede dar de comer a los animales si no es el alimento que es vendido en el lugar, ya que el mismo ha sido preparado especialmente para cumplir con los requisitos nutricionales que necesita cada animal para un buen funcionamiento de su organismo sin causar ningún inconveniente por fallas en la digestión.
En un bioparque se cuentan con guías, las cuales son personas encargadas de informar al visitante de todo lo que necesita saber de cada recinto que visitan y de aclarar cualquier duda presentada por los mismos, así de mantener un orden más cuando hay niños pequeños.
Sin embargo como pasa en cualquier bioparque estos no están libres de polémica, ya que son muchas las personas que acusan al lugar de privar de libertad a los animales ignorando por completo la premisa en la que se maneja un bioparque, en caso tal de que un espécimen de animal sea apto para manejarse en su entorno natural sin asistencia humana este será liberado.